Durante años, hemos visto como la población de Puerto Rico continuamente critica su escaso sueldo y sencillo estilo de vida. Sin embargo, las personas que estudian y continúan con sus carreras profesionales obtienen mayormente un buen empleo y un salario bastante oneroso. La educación es una de los motivos que más influencia al país para un mejor y seguro futuro. ¿Porque nos quejamos por falta de dinero? El dinero se debe utilizar para lo necesario, ahora se utiliza mas para las comodidades personales. La sociedad ha impuesto ciertos requisitos y/o “necesidades” que deberían ser utilizadas como parte de este nuevo estilo de vida. Por ejemplo: Es requisito saber utilizar una computadora. Hoy en día, la computadora se utiliza mucho y la educación escolar o universitaria. Esto implica que el individuo debería tener una computadora, que de por sí, no es tan pagable que digamos. Ahí comienza el pago mensual y el uso de las tarjetas de crédito, lo cual sin ellas no obtuviéramos todos estos “males necesarios” que tenemos en estos tiempos.
Los puertorriqueños tendemos a ser personas vagas pero muy ambiciosas. Pretendemos no hacer nada productivo pero recibir todo lo bueno y costoso a cambio. Sin educación, no hay empleo y sin empleo, no hay dinero. ¡Sin dinero no se puede comprar lo material! Por eso, el país esta tan mal económicamente. Las personas se niegan a estudiar y trabajar pero pretenden tenerlo todo. Los bancos continúan a dar préstamos para que el país se siga moviendo económicamente pero, ¿que se ganan a cambio? La sociedad puertorriqueña está acostumbrada a que “le den todo sin hacer nada a cambio” y eso debe mejorar. Puerto Rico debe de tener mayores prioridades, lo material no es necesario para vivir, pero los morales y la educación son los requisitos más importantes que una persona podría tener. Hace más de 20 años no existía todo esto, la gente era más humilde, respetuosa y buena. ¿Y ahora? Existen muchos más robos, asaltos y asesinatos a causa del dinero y lo material. Puerto Rico no puede seguir así, tenemos que seguir adelante.
Por Linda Rodríguez para Se Rompió el Cristal
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