La criminalidad es un problema que se ve en todos los niveles sociales, desde el barrio hasta el capitolio. Ya que no tan solo se ven crimines por la pobreza y las drogas, si no que por las corrupciones hechas por los mismos políticos. Por esta razón es que esta situación no se puede resolver, y no se puede esperar que no haya un constante aumento de criminalidad. Cuando los mismos funcionarios públicos, quienes establecen nuestras leyes y se supone que pongan el orden, son parte de la desviación social que ocurre en nuestro país.
Por Isabel Correa para Se Rompió el Cristal
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